martes, 13 de marzo de 2007

  • MARCO TEÓRICO


    Antecedentes Históricos.

    Envejecer es la creciente incapacidad del cuerpo de una persona de mantenerse por sí solo y realizar las cosas que hacía antes. El resultado es que con el paso del tiempo aumenta la probabilidad de fallecimiento. Aunque esta definición describe el proceso biológico, no explica el porqué envejecen las personas. Las teorías del envejecimiento se refieren al proceso de envejecimiento primario, que implica los cambios graduales e inevitables relacionados con la edad que aparecen en todos los miembros de una especie. Este tipo de envejecimiento es normal y sucede a pesar de la salud, el estilo de vida activo y el carecer de enfermedades.


    La teoría psicosocial de Erikson.

    Cuando los adultos entran en una etapa final de la vida, dijo Erikson (citado por Papalia, 1997)[1], su tarea consiste en contemplar su vida en conjunto y con coherencia. Necesitan aceptar su propia vida tal como la han vivido y creer que lo que hicieron, lo hicieron mejor posible en sus circunstancias. Si tienen éxito en esta tarea, habrán desarrollado la integridad del ego. La integridad del ego sólo puede obtenerse tras haber luchado contra la desesperación. Cuando ésta domina, la persona teme la muerte, y aunque pueda expresar desprecio por la vida, continúa anhelando la posibilidad de volver a vivirla. Cuando impera la integridad, la persona posee la fuerza propia de su edad, que es la sabiduría. Con la sabiduría el adulto sabe aceptar las limitaciones. El adulto sabio sabe cuándo aceptar el cambio y cuándo oponerse al mismo, cuándo sentarse en silencio y cuándo luchar.

    El paso a la tercera edad no pone fin a la generatividad de una persona. A medida que la categoría de las personas mayores aumenta, Erikson predice que éstas permanecerán implicadas en los asuntos del mundo durante mucho más tiempo (Erikson y Hall, 1987). Contempla la tercera edad como un período más productivo y creativo que en el pasado –en el que un artista de 80 años, escritor o músico, ya no serán algo excepcional.

    En su crisis final, integridad vs. desesperación, "Erikson considera que las personas de edad avanzada enfrentan una necesidad de aceptar su vida –la manera como han vivido- con el fin de aceptar su muerte próxima. Luchan por lograr un sentido de integridad, de coherencia y totalidad de la vida, en vez de dar vía a la desesperación sobre la incapacidad para volver a vivirla de manera diferente".

    De acuerdo con Erikson, "Las personas que han tenido éxito en esta tarea integradora final construyendo sobre los resultados de las siete crisis previas, ganan un sentido más amplio del orden y del significado de sus vidas dentro de un ordenamiento social más grande, pasado, presente y futuro. La ‘virtud’ que se desarrolla durante esta etapa es la sabiduría, ‘un despreocupado e informado interés por la vida de cara a la muerte en sí misma’"; incluye aceptar lo vivido, sin arrepentimientos importantes sobre lo que pudo haber sido diferente, implica aceptar a los padres como las personas que hicieron lo mejor que podía y por tanto merecen amor, aunque no fueran perfectos, aceptar la propia muerte como el fin inevitable de la vida.

    Igualmente propone Erikson que las personas que no consiguen aceptar esto son desesperanzadas, porque ya no ven tiempo para reaccionar y enmendar aquello con lo que no están de acuerdo.

    Según Erikson "la edad adulta tardía es también una época para jugar, para rescatar una cualidad infantil esencial para la creatividad. El tiempo para la procreación ha pasado, pero la creación puede tener lugar todavía. Aun a medida que las funciones del cuerpo se debilita y la energía sexual puede disminuir, las personas pueden disfrutar ‘una experiencia enriquecida, corporal y mentalmente’".


    La teoría de Jung.

    Jung vio a las personas mayores cómo todavía se esforzaban para desarrollarse a sí mismos, dado que creía que raramente se alcanzaba una personalidad integrada. Dentro de cada persona veía fuerzas y tendencias en conflicto que necesitaban ser reconocidas y reconciliadas. Parte de este reconocimiento se refleja en la tendencia de cada género a expresar rasgos generalmente asociados con el otro sexo. Jung proponía que esta tendencia aparecía por primera vez en la mitad de la vida, y observó que la expresión del potencial de género que estaba oculto aumentaba en la tercera edad.

    Durante la tercera edad, la expresión de los hombres de su feminidad y la de las mujeres de su masculinidad supone otro intento de reconciliar las tendencias en conflicto. Jung propuso que dentro de cada persona existía una orientación hacia el mundo exterior, que dominó extroversión, y una orientación hacia el interior, el mundo subjetivo, que llamó introversión. En la juventud y en gran parte de la mediana edad, las personas expresan su extroversión. Una vez que la familia ya ha salido adelante y la vida profesional ha llegado a su fin, hombres y mujeres se sienten libres para cultivar sus propias preocupaciones, reflexionar sobre sus valores y explorar su mundo interior. "Para una persona joven", escribió Jung (1969), "es casi un pecado o al menos un peligro preocuparse por ella misma; pero para la persona que está envejeciendo, es un deber y una necesidad dedicar seria atención a sí misma". Este cambio de orientación conduce a las personas mayores a desarrollar con paso firme la tendencia hacia la introversión.


    Pensamiento post – formal de Jean Piaget.

    Piaget consideró que el elemento más importante del pensamiento eran las operaciones lógicas. No obstante, el pensamiento del adulto es flexible, abierto y puede adaptarse de muchas maneras que van más allá de la lógica abstracta, lo cual se remite –en ocasiones- al pensamiento post – formal.
    La madurez del pensamiento se refleja en la capacidad de combinar lo objetivo (elementos lógicos ó racionales) con lo subjetivo (elementos concretos o elementos basados en la experiencia personal). Esto ayuda a que las personas tengan en cuenta sus propias experiencias y sentimientos (Labouvie-Vief y Hakim Larson, 1989). En este momento puede aflorar la sabiduría como pensamiento flexible que capacita a la personas para aceptar la inconsistencia, la contradicción, la imperfección y el compromiso, de manera que puedan resolver problemas de la vida real.
    Esta madurez de pensamiento, o pensamiento post–formal, se basa en la subjetividad y la intuición, así como en la lógica pura, característica del pensamiento en las operaciones formales. Los pensadores maduros personalizan su razonamiento y emplean la experiencia cuando tienen que enfrentarse a situaciones ambiguas.
    El pensamiento post – formal también se caracteriza por un desplazamiento de la polarización (correcto Vs. Incorrecto, lógica Vs. Emoción, mente Vs. Cuerpo) hacia una integración de conceptos.

    Trabajos Prácticos.

    Las investigaciones que se han realizado sobre la vejez en general en la ciudad de Medellín, en la Universidad Pontificia Bolivariana y en la Universidad San Buenaventura, incluyen temáticas, tales como:


    Las actitudes frente a la muerte en personas de la tercera edad


    Ideas Irracionales, locus de control y asertividad en personas de la tercera edad


    Sexualidad en la tercera edad


    Casos de depresión moderada en la tercera edad

    La investigación realizada en el año 1995, por Alexandra Meneses Zuluaga sobre "Actitudes frente a la muerte en personas de la tercera edad", pretende dar cuenta, la actitud que tienen las personas de la tercera edad frente a la muerte, dado que se asume "que a esa edad hay más cercanía a la muerte". En muchos casos cuando muere un anciano se escuchan expresiones como: "ya era hora", "había vivido muchos años", " se fue a descansar".

    Por otra parte, la investigación realizada en el año 1995, por Clara Inés Ospina Flórez sobre "Ideas irracionales, locus de control y asertividad en personas de la tercera edad de la ciudad de Medellín", abordó las ideas irracionales, el locus de control y la asertividad que manejan las personas de la tercera edad. El objetivo general fue identificar dichas ideas, así como los niveles de asertividad tanto en oposición como en expresión de afecto, y el locus de control, ya fuera interno u externo. La investigación corresponde a un estudio descriptivo.

    Otra investigación realizada en el año de 1997, por Margarita María Ospina Mejía, sobre "Propuesta de un programa de educación sexual para grupos de la tercera edad", constituye un aporte teórico práctico en el campo de la sexualidad en la vejez, porque se basa en experiencias y estudios que ha estado realizando la investigadora a través de un trabajo continuado con el grupo de personas de la tercera edad, que funcionan en la comuna nororiental de Medellín (comuna 2), en los barrios Zamora, Pablo VI y la Frontera, donde se ha detectado cierta problemática a nivel sexual como negación de la sexualidad, poca aceptación de las crisis sexuales que se presentan en la edad madura, la baja autoestima, entre otros.

    Otra investigación realizada en el año 2000, por Sofía Carolina Castrillón Gutierrez y Ana Lucía Montoya Silva, sobre un "Estudio descriptivo de casos múltiples de los ancianos de la unidad de atención a la tercera edad que presentan depresión moderada con relación a su situación de institucionalización", se introduce desde una aproximación teórica al estado emocional en relación con la institucionalización y al ocupación de los ancianos. Al introducirse en este tema se quiso realizar una interpretación del estilo de vida y las implicaciones psicosociales de esta comunidad principalmente de aquellos ancianos que para el momento del estudio presentaban un cuadro de depresión moderada. A partir de esto, y de la discusión final de la investigación, se plantean unas recomendaciones y propuestas de acción que permitan enriquecer la calidad de vida del anciano institucionalizado y a su vez todos los procesos que faciliten este objetivo.

    Por último, la investigación realizada por Olga Eugenia Castaño Valencia sobre "¿Cómo enriquecer la sexualidad en la vejez?", aborda la sexualidad en la vejez en sus aspectos físicos, psicológicos y sociales, el comportamiento sexual, la importancia, los estereotipos, los mitos y los prejuicios en los que ha estado enmarcada, lo cual condicionado la vivencia de la sexualidad en esta etapa del desarrollo humano. Además pretende vincular a la familia en la construcción saludable de la vida sexual de sus miembros, por medio de talleres cuyo objetivo es el desarrollo de una herramienta educativa – preventiva en la educación, formación y la orientación sexual familiar, para que la sexualidad del ser humano sea sana, satisfactoria y placentera en la etapa de vejez.



    [1] Papalia, Diane E; Wendkos, Sally, Desarrollo Humano con Aportaciones para Iberoamérica, 6ª Edición Santa Fé de Bogota, Mc. Graw – Hill, 1997

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